‘El fuego nunca’ comienza en una sala de espera donde el tiempo se ha quedado detenido. En ella, tres personajes sin rostro intentan averiguar cómo han llegado hasta allí, cuál es su cometido en ese extraño lugar y qué hay al otro lado de la misteriosa puerta. Utilizando los conceptos de arquetipo, inconsciente colectivo y sincronicidad, la pieza se convierte en una experiencia sensorial a través de un universo inquietante y lisérgico.
Esta obra, escrita y dirigida por Álvaro Octavio Moliner, se acerca a una invocación alrededor de una hoguera antigua. El tema principal es la búsqueda de la identidad de estos tres personajes desdoblados, lo que despliega otros como la relación juventud-vejez, la tecnología en nuestro tiempo y cómo enfrentamos la paternidad o la muerte.