El origen chino del distanciamiento de Brecht

Corre el año 1935. La situación en Europa es alarmante: en Alemania gobierna el partido Nazi, en España está a punto de estallar la Guerra Civil y en la Unión Soviética gobernada por Stalin, comienza la política cultural llevada a cabo Zhdanov en la que se da un giro hacia el “realismo socialista” y que, sólo un año después, llevará a la purga de artistas considerados “formalistas”. En este año, Eisenstein, Meyerhold, Tairov y Tretyakov siguen dirigiendo espectáculos teatrales pero cada vez con mayores problemas, incluso algunos proyectos son directamente rechazados. Sin embargo, para directores como Piscator y Brecht (exiliado ahora en Dinamarca), la URSS todavía parece un paraíso para el obrero y para la creación libre, sobre todo en comparación con el infierno del III Reich del que han escapado. En este contexto apocalíptico es en el que ubicamos los primeros indicios de aquello que acabó llamándose «Efecto Distanciamiento» o «Verfremdungseffekt» y que quedaría en la historia del teatro para siempre: un encuentro entre dos culturas hizo posible que este término ahora común pudiese hacerse posible. Todo se fraguó en Moscú, en ese año crepuscular de 1935, en un clima internacional de tensión sin precedentes, donde se tuvo lugar una reunión sin precedentes: Mei Lanfang, una estrella en la ópera de Pekín, realizaba una exhibición de su arte ante unos cuantos privilegiados. Entre ellos estaban Stanislavski, Meyerhold, Einseinstein, Gorki, Gordon Craig, Malraux, Danchenko o Piskator. Entre ellos también se encontraba Bertlt Brecht que había viajado en marzo desde Dinamarca para inaugurar el metro de Moscú. No fue hasta mayo cuando sucedió el gran evento. Brecht le escribió una carta a su mujer Helene Wiegel:

“He comido en el Club de escritores rusos y allí estaba Mei Lanfang, el gran actor chino. Le he visto con su compañía, actúa como mujer y es espléndido”.

Mei Lanfang vestido en su tradicional personaje femenino.

 Este viaje sería decisivo para la forma de ver el teatro de Brecht, tanto por la influencia de Mei Lanfang como por la de Viktor Shklovski, quien tenía una teoría llamada Ostranenie efekt (efecto extrañamiento). Shklovski empleó el término de ostranenie por primera vez para bautizar el procedimiento tolstoiano de describir los objetos como si no se reconociesen  y, por extensión, designó con él el efecto de los nombres inhabituales que emplea la literatura (los tropos), el recurso del enigma, etc.

Mei Lanfag con Meyerhold. Moscú, 1935.

 Es sabido que Brecht no había usado su término “Verfremdungseffekt” antes de su viaje y que fue unos meses más tarde cuando escribió “Efectos de alienación en la actuación china”, artículo en el que sale por primera vez la palabra Verfremdungseffekt. El encuentro con las teorías de Shklovski sumado a la impresión que le ocasionó el trabajo de Mei Lanfang influyó tremendamente en su trabajo posterior y en la forma que tuvo de considerar el teatro épico, la teoría teatral y su particular puesta en escena. 

 En su artículo, Brecht hace una descripción de la hija de un pescador remando en una barca por lo que debió ver “La venganza del pescador” y también habla de una muerte en escena de una joven por lo que debió haber visto “La muerte del Tigre General”. Parece que no hay ninguna prueba de que viera otras obras de Mei Lanfang.

 Como asegura Bernhard Reich (director austriaco) en sus memorias, fue gracias a este viaje y la intermediación de Tretiakov que Brecht formuló su teoría. Reich sería arrestado en las purgas y Tretiakov (1937) fusilado por ser considerado un espía japonés, del mismo modo que moriría Meyerhold (1940) y Eisenstein se vería dificultado a llevar su trabajo adelante.

Mei Lanfang con Einsenstein y otro actor de su compañía. Moscú, 1935.

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